domingo, 16 de diciembre de 2012

MUSICA Y ACTUALIDAD































SACADO DE: http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2012/12/15/apuesta-rajoy/674100.html

Se incluye el texto tal y como está con "falta grave" incluída.


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La apuesta de Rajoy
01:26


ANDRÉS CEPADAS Si haciendo lo que hacen ya producen tamaño enojo social, ¿por qué hay tantos ministros que se dedican, un día sí y otro también, a provocar la ira del personal con sus chanzas, sus eufemismos, sus desprecios o sus descalificaciones y exabruptos?". Tu pregunta, querida Laila, creo que se la está haciendo mucha gente ya y no creo que tenga una fácil o sencilla respuesta. No es muy comprensible que Gallardón tache de peseteros a los colectivos de la Justicia (todos) que critican sus medidas más antisociales y reaccionarias, que el torete Wert embista tratando de españolizar a los niños catalanes, que Montoro parezca divertirse de lo lindo con eufemismos que insultan la inteligencia media del personal, que las pretendidas explicaciones de la ministra de Sanidad sean surrealistas, la de Empleo sea incapaz de distinguir la velocidad del tocino o que a los responsables de Interior no se les ocurra otra cosa ante los desmanes policiales que prohibir gravarlos o publicarlos. ¿Por qué lo harán? ¿Por qué quieren calentar un ambiente que está al rojo vivo? ¿Es que no dan más de sí o es que la provocación de la ira social responde a algún plan? ¿Es posible que confundan la exhibición del poder con la arbitrariedad obscena e impune?

La gente tiene la creciente sensación de que sus gobernantes no solo los agreden en sus derechos, intereses y legítimas aspiraciones, sino que además se burlan de ellos, los toman por tontos y desprecian su angustia y su desesperanza.

El presidente Rajoy, más comedido en las formas, resulta en el fondo igual de desesperante. Primero, se explica muy poco. Muy poco en el Parlamento y prácticamente nada ante una sociedad que nunca estuvo más necesitada de que le expliquen y aclaren por qué tiene ella que pagar los platos que no rompió y por qué han de empobrecerse las víctimas de la crisis y siguen enriqueciéndose los causantes de la catástrofe. Es verdad que el presidente ha reconocido traicionar el programa electoral con el que ganó el apoyo de la mayoría y que está haciendo y en disposición de hacer cosas que no le gustan ni a él, porque "no tiene otro remedio"; pero se autoexculpa argumentando que se encontró con una situación económica inesperada y que no conocía, a la que denomina "herencia recibida". ¿Es creíble este desconocimiento del exceso del déficit en las cuentas públicas cuando ese exceso descansa en las cuentas de las comunidades autónomas, gobernadas en su mayoría por su propio partido? Y, en todo caso, ¿es tolerable tamaña ignorancia en un hombre que prometía cambiar el país?

¿Obedecerá todo esto a un plan malicioso o es que son tontos? Querida, yo no lo sé pero, en y por principio, me niego a presumir la malicia y la necedad y por eso me atrevo con la hipótesis de la apuesta, que también tiene uno su tentación de especular aunque no sea con la pasta. Me malicio, pues, de que Rajoy y su Gobierno se limitan a hacer una apuesta a favor de su ideología, de su sueño neoliberal: "Todo lo arreglarán los mercados y por ellos hay que apostar". Tomemos, pues, las medidas que nos dictan y esperemos a que las cosas cambien por sí mismas. Empecemos por las medidas más duras al principio, incluso provocando porque, cuanto peor ahora, mejor será después. Aprovechemos la mayoría absoluta para hacerlo en la primera parte del mandato y amainemos luego para volver a ganar cuando las cosas, por su natural inercia, mejoren porque ya no puedan ir a peor. Aprovecharemos entonces la mejoría atribuyéndola a nuestras medidas. Claro que alguien tendrá que caer, pero no habrá problema: rodarán las cabezas de los ministros más bocazas y a tirar pa lante.

Rajoy, querida, tiene que estar pensando ya en su primera crisis de Gobierno.

Un beso.

Andrés

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