sábado, 21 de diciembre de 2013

IDEARIO





Una máxima de la clase pudiente, brillantemente representada por nuestros gobernantes, es hacernos trabajar, menos a los parados, cuanto más mejor, a cambio de un sueldo cada vez más mísero.
Es bueno que haya muchos parados, así siempre sobrará mano de obra a la que explotar.
Como parte de este entramado, y teniendo en cuenta que, al ritmo que están apretando la soga, la esperanza de vida bajará hasta los 40 ó 50 años, cosa buena para ahorrar en jubilaciones, se hace necesario un aumento de la natalidad, y a estos sujetos no se les ha ocurrido nada mejor que gestar esta nueva ley del aborto, así, piensan, tendrán una futura mano de obra a la que explotar.
Al mismo tiempo, se sienten en paz con Dios y con la iglesia que tantos votos les da.

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